Este Preludio formaría parte de su obra para orquesta, junto con otras obras tan reconocidas como Impressions simfòniques o Les illes Medes. Unas obras que ayudaron a crear una síntesis abstracta y simbólica del paisaje mediterráneo de la Costa Brava, vinculado estrechamente con el compositor.
En el Palau también se estrenaría el Concierto en Sol menor para violín y orquesta, estrenado por Francesc Costa y la Orquestra Pau Casals el 23 de octubre de 1925. Y dedicado a su memoria se organizó un concierto monográfico con la Orquestra Pau Casals el 25 de mayo de 1926, también se estrenó la Sonata en Fa para violonchelo y piano el 3 de mayo de 1923, obra dedicada a Pau Casals y estrenada por este y Blai Net en un concierto de la Associació Música da Camera de Barcelona. También cabe señalar la obra Pastoral, cuyo estreno tuvo lugar el 2 de noviembre de 1911 por la Orquestra Pau Casals.

Toda la fuerza y ​​ frescura de sus sardanas se manifiesta también en estas obras sinfónicas.
Lluís Millet escribió en la revista «Costa Brava» en 1934: “Costa Brava, Sant Feliu; estas palabras no me traen otro pensamiento ni recuerdo más fuerte que el de aquella naturaleza musical, que la de aquel músico añorado que se llama Juli Garreta”, y definía así su música: “Música fecunda, viva, resplandeciente, libre y sensata, como gobernada por la belleza, por la armonía amorosa que sublima las atracciones y repulsiones de los sonidos”.

Un año después de su muerte, la Orquestra Pau Casals le rindió un nuevo homenaje en un concierto en el Palau de la Música Catalana, donde se interpretarían las obras: Les illes Medes, Suite en Sol y dos sardanas orquestadas. Pau Casals dijo tras su fallecimiento: “He perdido a un amigo, a un corazón noble. Cataluña ha perdido a un genio”.