Tesoros del Palau
Se puede comprender la vida musical en Barcelona a lo largo de los siglos XVIII y XIX gracias a las fuentes musicales específicas, como los libretos y la música de oratorios, de gozos o de óperas. También encontramos, entre las colecciones de la Biblioteca, numerosos tratados teóricos impresos y manuscritos
El Juicio particular es uno de los once oratorios compuestos por Josep Pujol (activo entre 1734 y 1798), sucesor de Francisco Valls como maestro de capilla de la catedral de Barcelona. La Biblioteca del Orfeó Català posee un libreto editado en 1770, así como el material de ejecución que comprende 18 particellas separadas: violín 1 y 2, oboe 1 y 2, corno 1 y 2 y dos cuadernillos de acompañamiento, de los cuales uno especifica el uso del contrabajo. El conjunto requiere cuatro cantantes solistas que, según la tradición del oratorio establecida en Roma a principios del siglo XVII por San Felipe Neri, personifican entidades morales: Juez eterno, ángel, Alma, Demonio. La obra concluye con un coro a cuatro voces (soprano, contralto, tenor y bajo), “O día de amargura, o día de dolor”, con acompañamiento de órgano.
La música alterna recitativos con arias, que están expresamente indicadas en el libreto por una entrada justificada en la escritura del texto y por el título. La parte del Ángel posee una rica ornamentación añadida a la cadencia, una más de la virtuosidad vocal que se manifiesta en algunas arias (Alma, “Los amantes suspiros”). Algunos textos podrían estar inspirados en arias italianas; por ejemplo, en la página 2: “Sombra, que pálida” recuerda el principio del aria de Ferdinando Bertoni “Ombra che pallida”.
Otro libreto que contiene las mismas palabras fue musicado por Francesc Queralt (Les Borges Blanques, 1740-Barcelona, 1825): lleva la fecha de 1790 en su dedicatoria, sin embargo el título indica una ejecución prevista para el 25 de enero de 1801.