Tesoros del Palau
La historia del Palau de la Música Catalana y del Orfeó Català se escribe con documentos excepcionales: testimonios concernientes a las personalidades que estuvieron presentes en su fundación; documentos que muestran los vínculos que el Palau de la Música Catalana estableció con los compositores de la modernidad, o con célebres solistas, como Wanda Landowska y Blanche Selva; y finalmente, programas de concierto y documentos iconográficos.
- Carta de Erik Satie a Antoni Nicolau
- Wanda Landowska y el renacimiento de la música antigua
- Autógrafo de Déodat de Séverac, donación de Blanche Selva
- Als Catalans de Joseph Canteloube
- Trío de Joaquim Malats
- Las iberias de Albéniz
- Danzas españolas de Enrique Granados
- Goyescas de Granados
- Librito de caprichos: cuaderno de apuntes de Granados
Después de destacar en su promoción como alumno de Joan Baptista Pujol y Felip Pedrell, Enrique Granados (1867-1916) se trasladó a París para completar su formación. Estudió con Charles Wilfrid de Bériot, un pedagogo reflexivo y esmerado, hijo de la famosa soprano de origen español María Malibran. Su enseñanza fue decisiva en la formación de Granados como intérprete y como educador. A este afable personaje se dedica el manuscrito de la Danza núm. 9 Romántica (la dedicatoria original está tachada y posteriormente escrita de nuevo). Se trata de un manuscrito de copista en el que Granados ha añadido de su mano los últimos compases.
Las partituras y documentos originales de Granados que se conservan en la Biblioteca del Orfeó Català están dispersos en varias colecciones y legados. Entre otros, se encuentran los manuscritos de cuatro Danzas españolas de Enrique Granados: tres manuscritos de copista con anotaciones autógrafas de Granados (además de la Danza núm. 9 Romántica, la Danza núm. 7 Valenciana y la Danza núm. 8 Sardana) y una hológrafa (la Danza núm. 11). Las anotaciones en francés en la portada de la Danza núm. 7 hacen pensar que probablemente estaban destinadas a algún fallido proyecto de edición en París.
Las doce Danzas españolas se publicaron alrededor de 1890 en cuatro volúmenes, siendo el volumen 3 al que pertenece esta danza dedicada a César Cui, compositor ruso del Grupo de los Cinco a quien Granados apreciaba. Cuando la Casa Dotesio publicó la colección, nadie podía prever el alcance de su difusión; ya en vida de Granados algunas danzas fueron conocidas en todas partes y encabezaron las listas de éxitos a través de grabaciones para pianola. En la actualidad están presentes en el repertorio curricular.