Tesoros del Palau
La historia del Palau de la Música Catalana y del Orfeó Català se escribe con documentos excepcionales: testimonios concernientes a las personalidades que estuvieron presentes en su fundación; documentos que muestran los vínculos que el Palau de la Música Catalana estableció con los compositores de la modernidad, o con célebres solistas, como Wanda Landowska y Blanche Selva; y finalmente, programas de concierto y documentos iconográficos.
- Carta de Erik Satie a Antoni Nicolau
- Wanda Landowska y el renacimiento de la música antigua
- Autógrafo de Déodat de Séverac, donación de Blanche Selva
- Als Catalans de Joseph Canteloube
- Trío de Joaquim Malats
- Las iberias de Albéniz
- Danzas españolas de Enrique Granados
- Goyescas de Granados
- Librito de caprichos: cuaderno de apuntes de Granados
El compositor y folklorista francés Joseph Canteloube (1879-1957), alumno de Vincent d’Indy y de Charles Bordes en la Schola Cantorum de París y amigo de Déodat de Séverac e Isaac Albéniz, además de llevar a cabo una actividad compositiva en diferentes géneros (ópera, música sinfónica, música de cámara, música coral), recopiló y publicó un extenso corpus de melodías populares. Mantuvo frecuentes contactos con el Orfeó Català por la coincidencia de sus afinidades estéticas con el ideario del Orfeó. En 1931 dedicó al Orfeó y a Lluís Millet el himno para coro mixto Als Catalans, con el texto del poeta occitano Antonin Perbòsc (1861-1944). Esta obra permaneció inédita, si bien el Orfeó había cantado, en varias ocasiones, traducidas al catalán, más de veinte canciones tradicionales de distintas regiones francesas, armonizadas por Canteloube. Asimismo, el 3 de abril de 1954, el Orfeó le dedicó un concierto monográfico en el Palau de la Música Catalana, con composiciones vocales e instrumentales.